El Gobierno francés denunció ayer los gritos racistas lanzados contra algunos de los futbolistas de la selección nacional francesa durante el amistoso con Rusia y pidió responder en el ámbito internacional.
“El racismo no tiene lugar en los campos de fútbol. Debemos actuar de forma concertada a nivel europeo e internacional para hacer cesar esos comportamientos inadmisibles”, indicó, en su cuenta de Twitter, la ministra de Deporte, Laura Flessel, de orígenes afrodescendientes.
En el partido disputado en San Petersburgo, en el que los bleus batieron a los rusos por 3-1, Pogba y Dembélé, afrodescendientes, fueron llamados “monos”.
jueves, 29 de marzo de 2018
FIFA investiga incidentes de racismo en Rusia
La FIFA inició una investigación luego que jugadores de la selección nacional de Francia fueron objeto de cantos y ruidos racistas por hinchas rusos en un partido de exhibición en San Petersburgo el martes 27, menos de tres meses antes de que Rusia sea sede de la Copa del Mundo.
Sonidos imitando a monos se dejaron escuchar en la muchedumbre en San Petersburgo este martes, cuando jugadores afros de la selección de Francia tocaban el balón en un partido de exhibición contra Rusia. Los sonidos eran audibles también en la transmisión televisiva cuando Paul Pogba anotó el segundo gol en la victoria de 3-1.
La FIFA dijo ayer miércoles en una declaración que estaba colectando pruebas y se pondría en contacto con la organización anti discriminación Fare Network, que ayuda al organismo rector del fútbol mundial a investigar casos de racismo.
“La FIFA está colectando diversos reportes del partido y evidencia potencial sobre el incidente discriminatorio”, dijo la institución.
La ministra de deportes de Francia, Laura Flessel, también pidió una respuesta.
“El racismo no tiene cabida en la cancha de fútbol”, dijo Flessel.
Sonidos imitando a monos se dejaron escuchar en la muchedumbre en San Petersburgo este martes, cuando jugadores afros de la selección de Francia tocaban el balón en un partido de exhibición contra Rusia. Los sonidos eran audibles también en la transmisión televisiva cuando Paul Pogba anotó el segundo gol en la victoria de 3-1.
La FIFA dijo ayer miércoles en una declaración que estaba colectando pruebas y se pondría en contacto con la organización anti discriminación Fare Network, que ayuda al organismo rector del fútbol mundial a investigar casos de racismo.
“La FIFA está colectando diversos reportes del partido y evidencia potencial sobre el incidente discriminatorio”, dijo la institución.
La ministra de deportes de Francia, Laura Flessel, también pidió una respuesta.
“El racismo no tiene cabida en la cancha de fútbol”, dijo Flessel.
lunes, 26 de marzo de 2018
Jugador de la liga francesa es acusado de maltrato por su exnovia
El fútbol francés se levantó este lunes con el estremecedor relato de una exnovia de un jugador profesional, al que la mujer acusa en el diario "L'Équipe" de haber sido maltratada durante el tiempo en el que duró su relación.
En su testimonio, anónimo por temor a represalias, denuncia que ni los sucesivos entrenadores ni los compañeros sospecharon del comportamiento del jugador porque en público era tímido y no mostraba una actitud violenta.
Miriam, el pseudónimo elegido por la mujer, le conoció cuando el futbolista volvió a África a jugar con su selección nacional. Después de que él le gestionara los papeles, se la llevó a vivir a Francia hace cuatro años.
En ese momento, según su relato, se dio cuenta de que no era muy estable: "Conmigo era muy celoso y podía cambiar de personalidad en cualquier momento. (...) Buscaba siempre una excusa para pegarme. Y no eran pequeñas tortas, sino puñetazos en la tripa, la cara, por todas partes...".
En la entrevista al diario -que dice haber comprobado todos los datos que se podían verificar- hace notar que el jugador "cambió mucho" por culpa del dinero y se volvió "arrogante".
"Cuando me veía llorar después de haberme golpeado se me acercaba, me pedía perdón y después me obligaba a hacer el amor", sostiene la joven, que añade que cuando ella trataba de impedir sus avances, eso lo excitaba todavía más.
La mujer, que no descarta acudir algún día a los tribunales, destaca que nunca le denunció porque estaba muy enamorada y quería protegerle a él y a su trayectoria profesional.
"Confiaba en que iba a cambiar, que nos casaríamos, que tendríamos un hijo", recalca. Pero cuando se quedó embarazada, en noviembre de 2015, la situación no mejoró.
El jugador, del que no se precisan datos que permitan identificarle, pretendió entonces que el niño no era suyo, la echó de casa cuando estaba embarazada de ocho meses y se negó a hacerse la prueba de paternidad.
La exnovia, que dice ser consciente ahora de que "habría podido morir", afirma que su único deseo es volver a África a casa de sus padres y recomponer su vida lejos del futbolista, al que acusa también de pegar a otras de sus parejas.
En su testimonio, anónimo por temor a represalias, denuncia que ni los sucesivos entrenadores ni los compañeros sospecharon del comportamiento del jugador porque en público era tímido y no mostraba una actitud violenta.
Miriam, el pseudónimo elegido por la mujer, le conoció cuando el futbolista volvió a África a jugar con su selección nacional. Después de que él le gestionara los papeles, se la llevó a vivir a Francia hace cuatro años.
En ese momento, según su relato, se dio cuenta de que no era muy estable: "Conmigo era muy celoso y podía cambiar de personalidad en cualquier momento. (...) Buscaba siempre una excusa para pegarme. Y no eran pequeñas tortas, sino puñetazos en la tripa, la cara, por todas partes...".
En la entrevista al diario -que dice haber comprobado todos los datos que se podían verificar- hace notar que el jugador "cambió mucho" por culpa del dinero y se volvió "arrogante".
"Cuando me veía llorar después de haberme golpeado se me acercaba, me pedía perdón y después me obligaba a hacer el amor", sostiene la joven, que añade que cuando ella trataba de impedir sus avances, eso lo excitaba todavía más.
La mujer, que no descarta acudir algún día a los tribunales, destaca que nunca le denunció porque estaba muy enamorada y quería protegerle a él y a su trayectoria profesional.
"Confiaba en que iba a cambiar, que nos casaríamos, que tendríamos un hijo", recalca. Pero cuando se quedó embarazada, en noviembre de 2015, la situación no mejoró.
El jugador, del que no se precisan datos que permitan identificarle, pretendió entonces que el niño no era suyo, la echó de casa cuando estaba embarazada de ocho meses y se negó a hacerse la prueba de paternidad.
La exnovia, que dice ser consciente ahora de que "habría podido morir", afirma que su único deseo es volver a África a casa de sus padres y recomponer su vida lejos del futbolista, al que acusa también de pegar a otras de sus parejas.
domingo, 25 de marzo de 2018
Técnicos aprenden a combatir el bullying
En coordinación con la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y la fundación de Barcelona de España, se dictó el seminario de prevención del bullying mediante el deporte a más de 60 entrenadores de la Academia Tahuichi y de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF).
El taller tuvo lugar en las Instalaciones de la sala NAS de la Villa del Niño Feliz. Sonia Piñero Aldehuela, Ester Morillas Rodríguez, Luís Ruiz Giménez Coderchy y Núria Callarisa Bel, fueron los encargados de la disertación. La fundación Barcelona lleva más de un año impartiendo seminarios por el mundo. En esta oportunidad visitaron varias ciudades de Bolivia. El objetivo apunta a prevenir el bullying en el ámbito deportivo a través de entrenadores. Para el entrenador de Real America, Robison Do Santos, fue de mucha importancia el seminario sobre el bullying; por otro lado señala que se debe realizar más seguido talleres de esta naturaleza.
El taller tuvo lugar en las Instalaciones de la sala NAS de la Villa del Niño Feliz. Sonia Piñero Aldehuela, Ester Morillas Rodríguez, Luís Ruiz Giménez Coderchy y Núria Callarisa Bel, fueron los encargados de la disertación. La fundación Barcelona lleva más de un año impartiendo seminarios por el mundo. En esta oportunidad visitaron varias ciudades de Bolivia. El objetivo apunta a prevenir el bullying en el ámbito deportivo a través de entrenadores. Para el entrenador de Real America, Robison Do Santos, fue de mucha importancia el seminario sobre el bullying; por otro lado señala que se debe realizar más seguido talleres de esta naturaleza.
jueves, 8 de marzo de 2018
El machismo que enfrentan las mujeres aficionadas al fútbol en Brasil
"¿Tú sabes qué es el fuera de juego?", es la primera pregunta del "examen" que algunos hombres realizan a las mujeres brasileñas y el primer ejemplo de una serie de conductas machistas que denuncian aquellas que se declaran apasionadas por el fútbol en el país de Pelé.
Roberta Nina Cardoso, de 35 años, es aficionada al Sao Paulo y asidua al estadio, donde hace algún tiempo pasó por un episodio desagradable junto a tres amigas.
Las cuatro se encontraban en el interior de su vehículo intentando encontrar un hueco para aparcar, cuando un treintena de miembros uniformados de la mayor barra brava del club aparecieron por la calle y vieron que había solo mujeres en el auto.
La reacción de ellos fue meter las manos por las ventanas, tocar el pelo de las chicas y decirles que eran "lindas", "maravillosas" y "buenorras".
Renata Mendonça, de 28 años, también es hincha del Tricolor paulista. Va al estadio dos o tres veces al mes y, aunque reconoce que hoy es un "poco menos tortuoso", asegura que ir con pantalón corto significa tener que soportar los silbidos y vítores de algunos.
Nina y Renata se conocieron más tarde gracias a la pasión que comparten, el fútbol, y junto con otras dos compañeras, Nayara Perone y Angélica Souza, crearon el proyecto "Dibradoras" (Regateadoras).
"Queremos dar más voz y más espacio a las mujeres dentro del deporte y borrar aquella imagen de que la mujer no entiende de fútbol", afirma a EFE Nina.
La igualdad entre sexos tampoco existe en el deporte rey en Brasil, un país con 200 millones de habitantes -más de la mitad de ellos mujeres- y en el que el 75 por ciento del total se declara hincha de algún equipo, según un sondeo del Instituto Paraná Pesquisas divulgado a finales de 2016.
"La mujer no es vista como un género que entiende de fútbol. Ella no sabe de táctica, no sabe qué es fuera de juego, está aquí para ver al jugador: somos encuadradas de esa forma", denuncia Nina.
Las "Dibradoras", que en mayo cumplirán tres años, huyeron del cliché de dar un nombre que remitiese a lo femenino y optaron por uno más reivindicativo porque "toda mujer tiene que regatear los prejuicios, el machismo y el acoso diario", expresa.
A los comentarios jocosos por parte de los hombres, se unen las dificultades para encontrar camisetas para mujeres de sus equipos. Una misión imposible que muchas veces les obliga a comprar equipaciones de la sección infantil.
"La primera forma de pasión de un aficionado es la camiseta. Y para una mujer es muy difícil hallar una de su tamaño. A veces hacen unos modelos con un escote bizarro o de color rosa. No quiero la camisa rosa, quiero la camisa que usa mi equipo", afirma Renata.
Mayores dificultades afrontan las que deciden registrarse en una barra brava, la mayoría de las cuales son comandadas por hombres y donde las mujeres están sujetas a hacer lo que ellos piensan que deben hacer.
"Existen algunas restricciones", explica Stefani Costa, unas de las fundadoras del movimiento "Toda Poderosa Corinthiana", que igualmente busca dar más voz e independencia para las mujeres en el fútbol.
Costa relata que aficionadas del Corinthians inscritas en alguna barra brava a veces son prohibidas de viajar fuera con el equipo con la disculpa de que es "un partido peligroso".
"Si es peligroso, es peligroso para todos. Bala perdida no elige sexo", reivindica.
Nina añade que hay organizaciones ultras en las cuales la mujer no puede ondear la bandera u otras en las que no puede tocar el tambor en las gradas. Eso sí, se les permite planear eventos en la sede, hacer el almuerzo y limpiar el local.
Todas coinciden en destacar que una parte de la responsabilidad de estas actitudes sexistas está en los propios clubes brasileños, en cuyos equipos directivos aparecen mujeres contadas con los dedos de una mano, lo que provoca que sean olvidadas a la hora de planificar las estrategias comerciales.
"Tiene que cambiar la estructura dentro de los clubes. Las mujeres tienen que ocupar cargos de gestión", comenta Nina.
Según un levantamiento realizado por "Dibradoras", la mayoría -entre 15 y 17- de los veinte clubes de la primera división de la liga brasileña tiene un máximo de un 10 por ciento de mujeres socias, porcentaje que se eleva hasta el 40 por ciento en el caso del Chapecoense, que curiosamente tiene una política activa centrada en ellas.
"Los clubes piensan que a la mujer no le gusta el fútbol", sostiene Renata, quien pide más acciones a las entidades deportivas además de las que en los últimos años realizan durante el Día Internacional de la Mujer.
Y asegura: "Ahora esta semana vas a ver, mil cosas y después se olvidan de que tienen este público".
Roberta Nina Cardoso, de 35 años, es aficionada al Sao Paulo y asidua al estadio, donde hace algún tiempo pasó por un episodio desagradable junto a tres amigas.
Las cuatro se encontraban en el interior de su vehículo intentando encontrar un hueco para aparcar, cuando un treintena de miembros uniformados de la mayor barra brava del club aparecieron por la calle y vieron que había solo mujeres en el auto.
La reacción de ellos fue meter las manos por las ventanas, tocar el pelo de las chicas y decirles que eran "lindas", "maravillosas" y "buenorras".
Renata Mendonça, de 28 años, también es hincha del Tricolor paulista. Va al estadio dos o tres veces al mes y, aunque reconoce que hoy es un "poco menos tortuoso", asegura que ir con pantalón corto significa tener que soportar los silbidos y vítores de algunos.
Nina y Renata se conocieron más tarde gracias a la pasión que comparten, el fútbol, y junto con otras dos compañeras, Nayara Perone y Angélica Souza, crearon el proyecto "Dibradoras" (Regateadoras).
"Queremos dar más voz y más espacio a las mujeres dentro del deporte y borrar aquella imagen de que la mujer no entiende de fútbol", afirma a EFE Nina.
La igualdad entre sexos tampoco existe en el deporte rey en Brasil, un país con 200 millones de habitantes -más de la mitad de ellos mujeres- y en el que el 75 por ciento del total se declara hincha de algún equipo, según un sondeo del Instituto Paraná Pesquisas divulgado a finales de 2016.
"La mujer no es vista como un género que entiende de fútbol. Ella no sabe de táctica, no sabe qué es fuera de juego, está aquí para ver al jugador: somos encuadradas de esa forma", denuncia Nina.
Las "Dibradoras", que en mayo cumplirán tres años, huyeron del cliché de dar un nombre que remitiese a lo femenino y optaron por uno más reivindicativo porque "toda mujer tiene que regatear los prejuicios, el machismo y el acoso diario", expresa.
A los comentarios jocosos por parte de los hombres, se unen las dificultades para encontrar camisetas para mujeres de sus equipos. Una misión imposible que muchas veces les obliga a comprar equipaciones de la sección infantil.
"La primera forma de pasión de un aficionado es la camiseta. Y para una mujer es muy difícil hallar una de su tamaño. A veces hacen unos modelos con un escote bizarro o de color rosa. No quiero la camisa rosa, quiero la camisa que usa mi equipo", afirma Renata.
Mayores dificultades afrontan las que deciden registrarse en una barra brava, la mayoría de las cuales son comandadas por hombres y donde las mujeres están sujetas a hacer lo que ellos piensan que deben hacer.
"Existen algunas restricciones", explica Stefani Costa, unas de las fundadoras del movimiento "Toda Poderosa Corinthiana", que igualmente busca dar más voz e independencia para las mujeres en el fútbol.
Costa relata que aficionadas del Corinthians inscritas en alguna barra brava a veces son prohibidas de viajar fuera con el equipo con la disculpa de que es "un partido peligroso".
"Si es peligroso, es peligroso para todos. Bala perdida no elige sexo", reivindica.
Nina añade que hay organizaciones ultras en las cuales la mujer no puede ondear la bandera u otras en las que no puede tocar el tambor en las gradas. Eso sí, se les permite planear eventos en la sede, hacer el almuerzo y limpiar el local.
Todas coinciden en destacar que una parte de la responsabilidad de estas actitudes sexistas está en los propios clubes brasileños, en cuyos equipos directivos aparecen mujeres contadas con los dedos de una mano, lo que provoca que sean olvidadas a la hora de planificar las estrategias comerciales.
"Tiene que cambiar la estructura dentro de los clubes. Las mujeres tienen que ocupar cargos de gestión", comenta Nina.
Según un levantamiento realizado por "Dibradoras", la mayoría -entre 15 y 17- de los veinte clubes de la primera división de la liga brasileña tiene un máximo de un 10 por ciento de mujeres socias, porcentaje que se eleva hasta el 40 por ciento en el caso del Chapecoense, que curiosamente tiene una política activa centrada en ellas.
"Los clubes piensan que a la mujer no le gusta el fútbol", sostiene Renata, quien pide más acciones a las entidades deportivas además de las que en los últimos años realizan durante el Día Internacional de la Mujer.
Y asegura: "Ahora esta semana vas a ver, mil cosas y después se olvidan de que tienen este público".
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