Definitivamente todavía hay racismo en Bolivia: queda mucho que trabajar para erradicar este flagelo a nivel nacional, especialmente en las escuelas y universidades.
"Aún se siente discriminación y racismo en los espacios públicos, este es un mal que se ha construido en la conciencia de la sociedad y aún se manifiesta de diferentes formas y es muy difícil terminar con esta lacra”, (Conafro) organismo que representa a las comunidades afro-bolivianas en este país.
Siendo un Estado plurinacional que protege los derechos de las naciones originarias, aún hay mucho por hacer en este tema, porque el Estado y la sociedad boliviana no terminan de reconocer el aporte de esta comunidad a la independencia de Bolivia, a su economía y su cultura.
Hoy, el fútbol en Bolivia continúa siendo racista y colonial. El origen cultural no se relata en los medios de prensa cuando muchos bailes tradicionales en Bolivia fueron asimilados por la cultura aymara y tienen una raíz negra, como es el caso de la "morenada”. Hay mucho por hacer en un Estado que se presume de incluyente pero que desde una perspectiva histórica, política y social, sobre aspectos tan diversos, continúa con el atropello a los derechos civiles, la violencia y la asombrosa impunidad de los poderes de dominación.
Frase del día: "El odio a las razas no forma parte de la naturaleza humana; más bien es el abandono de la naturaleza humana”. (Anónimo)
